13/08/2013
El detonante de la última guerra de Malí ha sido otra rebelión tuareg, a la que se han unido una serie de factores externos, el más importante de ellos es Al-Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), que siempre oportunista, ha transformado este conflicto en parte de su lucha global. De esta manera, los tuareg se han convertido en peones de AQMI y de grupos yihadistas como Ansar Dine. Aunque los acontecimientos han despertado la conciencia y la rebeldía de muchos tuareg a ser sojuzgados por el integrismo, ahora resulta imprescindible el diálogo y la solución de la pugna tuareg: será el camino hacia el fin del conflicto, la estabilización del territorio y la desaparición del caldo de cultivo idóneo para organizaciones terroristas, que no es otro que la contienda y el descontrol. Por todo ello, la senda de la paz y de la estabilidad en Malí pasa obligatoria e ineluctablemente por el pueblo tuareg.
Documento elaborado por Manuel Moraleda Martín-Peñato.