10/09/2013
La violencia pertenece a la naturaleza pero su gestión obedece tanto a la cultura como al entorno. No es inútil, sino objeto de racionalidad y cálculo. La ética relaciona fines y medios, su implicación en el uso de la fuerza es crítica. La cuestión es que fenómenos como la guerra, un espacio anormativo y de supervivencia pertenecen a la política que es un plano diferente que lo desborda. La administración de la violencia, cuya legitimidad es lo que define el poder del Estado, encarna múltiples dificultades y paradojas que dependen de la época.
Documento elaborado por el Analista del IEEE, Federico Aznar Fernández-Montesinos.