15/08/2017
Echar una mirada a la segunda mitad del siglo XXI se nos antoja como un viaje a lo desconocido. La rapidez de los cambios que se vislumbran se manifiestan con una velocidad de carácter exponencial, más que lineal. Se trata de pensar lo impensable, de escenificar lo desconocido e impredecible. Pero es esa velocidad, esa rapidez del cambio la que nos exige intentar descifrar los indescifrable y ser capaces de intuir los desafíos del futuro.
Descifrar las lecciones de la historia, sus razones y sinrazones; profundizar en la comprensión de un mundo presente, pero en muchos casos ausente; e intentar proyectar las grandes cuestiones que resuenan en la historia de la vida, en muchos casos mucho antes de que el proyecto humanidad empezara a andar erguido y balbuceara sus primeras palabras, a los desafíos de la sociedad del futuro, se hace cada vez más necesario y hasta cierto punto imprescindible.
Documento elaborado por el Subdirector del IEEE, Ignacio J. García Sánchez.