16/04/2020
La recesión económica provocada por las medidas sanitarias aplicadas para evitar la expansión del coronavirus (aplanar la curva) será, posiblemente, más intensa que las otras dos más importantes sufridas en el último siglo: la gran crisis financiera global (2008-2012) y la gran depresión (1929-1934). Pero también es previsible que sea mucho más corta (dos trimestres de cesión del PIB). La clave para que no se prolongue será evitar los «daños estructurales» de la crisis económica. Nos referimos, en gran medida, a que se minimicen los impagos de empresas y de familias. Para ello será fundamental la actuación de la política monetaria, en concreto, su vertiente no convencional. La intención de este artículo es exponer las medidas tomadas por el BCE.
David Cano Martínez. Socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Director General de AFI Inversiones Globales, SGIIC.