27/10/2021
Hace ya más de una década que Estados Unidos decidió reorientar su esfuerzo estratégico, hasta entonces muy volcado en Oriente Medio, hacia el área Asia-Pacífico, lo que aconsejaba acometer una reducción de su presencia militar. Aunque las propias dinámicas regionales han impedido, de momento, llevar a cabo este ajuste, la incertidumbre que esta mera posibilidad provoca, en unión a los efectos causados por las primaveras árabes, han obligado a las potencias regionales a revisar su esquema de relaciones, dando lugar a un orden regional, aún en evolución, que gira en torno a cuatro polos de poder enfrentados entre sí. El conjunto constituye un sistema multipolar desequilibrado altamente inestable.
En este complejo entramado de relaciones, es a lo largo del eje Irán-Israel donde la tensión alcanza su punto máximo, por lo que son los acontecimientos que afectan a uno u otro de sus polos los que mayor potencial tienen para influir en el sistema.
Documento elaborado por Felipe Sánchez Tapia. Coronel. Analista del IEEE