22/05/2019
El imparable ascenso de China como potencia económica global ha ido acompañado de una mayor implicación en regiones que, como Oriente Medio, siguen siendo vitales para EE. UU. y en las que este último invierte considerables recursos, incluidos militares, para garantizar su hegemonía. Por el momento no hay alternativas a esta hegemonía, ni China parece tener la voluntad de desafiarla abiertamente. Pero en una zona en la que el antiamericanismo está ampliamente extendido, la alternativa china resulta enormemente atractiva y ningún país cierra sus puertas a la cooperación con la potencia emergente.
Documento elaborado por: Felipe Sánchez Tapia. Coronel. Analista del IEEE