13/01/2023
La presidencia de Donald Trump ha desconcertado por igual a amigos y enemigos, al tiempo que renunciaba a las que habían sido las líneas maestras de la política norteamericana desde 1945 sin sustituirla por otra, provocando desconfianza en el mundo. Si a eso se añaden los problemas internos de crecientes desigualdades, racismo y mal manejo de la pandemia, no es de extrañar que el prestigio internacional de los EE. UU. haya sufrido y con él el de la democracia de la que Washington es paladín en el mundo.
Joe Biden intenta revertir esta situación regresando a la política tradicional. Sabe que los EE. UU. necesitan un orden internacional que debe acordar con sus aliados y que luego deben defender juntos. Para ello debe restablecer la buena relación con Europa y luego definir una política clara con relación a China y a Rusia, con los que actualmente tenemos contenciosos particularmente peligrosos en Taiwan y Ucrania. Pero se encuentran con que China y Rusia tienen otras ideas y ofrecen un modelo alternativo y autoritario de gobernanza global que tiene atractivo para muchos países.
Documento elaborado por Jorge Dezcallar de Mazarredo. Embajador de España.