18/01/2023
La asociación estratégica chino-rusa, que nació en 1996, no ha dejado de estrecharse a raíz de los sucesivos desencuentros entre EE. UU. y las potencias revisionistas.
En la actualidad, se está redefiniendo un enfrentamiento de bloques en el que las partes rivales aspiran a alinear al resto del mundo según sus propios designios estratégicos.
No es previsible que Pekín y Moscú vayan a ceder frente a las presiones de Washington y sus aliados y sí lo es que la fortaleza de la entente autocrática se mantenga firme, generando cada vez mayor antagonismo.
Como consecuencia de ello, el sistema internacional se está resquebrajando, la economía se deteriora y la paz global está más amenazada que nunca.
Resulta urgente encontrar un sistema de relación entre las grandes potencias que combine la inevitable rivalidad estratégica con un concepto y una práctica de coexistencia.
Documento elaborado por José Pardo de Santayana. Coronel de Artillería DEM. Coordinador de Investigación del IEEE.