09/04/2013
Desde la toma yihadista del norte de Malí, muchos han sido los que han advertido que Níger sería el siguiente, el eslabón más débil de la cadena de países sahelianos amenazados por AQMI y grupos afines. El hecho de ser uno de los países más pobres del mundo, rodeado de focos de inestabilidad en Malí, Libia y Nigeria, y habiendo padecido una rebelión tuareg hace pocos años, se puede entender la lógica de este pronóstico. Sin embargo, Níger ha demostrado una gran capacidad política y militar para mantenerse a buen resguardo de la insurgencia yihadista y de la descomposición estatal. No sin ayuda foránea, muy interesada en mantener Níger pacificado debido a su importancia energética y estratégica.
Documento elaborado por Pablo Mazarrasa Rodríguez.