09/07/2013
Desde que la revolución de febrero de 2011 derrocara a Mubarak, la situación política en Egipto ha girado en torno al enfrentamiento entre los Hermanos Musulmanes y el mubakarismo sin Mubarak, principalmente representado por las cúpulas de las Fuerzas Armadas y del poder judicial. A cuya sombra se ha ido cobijando una heteróclita y poliédrica oposición movida por el adagio de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo y dejándose querer como el laicismo anti-islamista, que propiciando concentraciones, manifestaciones y algaradas populares, ha acabado induciendo un golpe de Estado contra el poder legalmente constituido. ¿Y ahora, qué?
Documento elaboradopor Enrique Vega Fernández.