25/11/2014
El mundo occidental, tras las operaciones de Afganistán e Irak, parece entrar en una pausa estratégica, donde se está reconsiderando el papel y el volumen de los ejércitos. Existe una vez más una tendencia entre políticos y analistas de reducir el volumen de las mismas, y en particular las fuerza terrestres, olvidando que el resultado bastante poco positivo las operaciones antes mencionadas ha sido debido en gran medida a no haber logrado el control del “entorno humano”. El control de éste, junto al entorno físico y el cibernético, es la única forma de lograr el “estado final deseado” y es en el dominio humano donde la acción de las fuerzas terrestres es indispensable e insustituible. Y podemos asegurar que en los próximos años, los conflictos más comunes se asemejarán a aquellos, más que a conflictos tradicionales de enfrentamientos entre fuerzas militares regulares.
Documento elaborado por Ángel Guinea Cabezas de Herrera.