24/02/2017
Con la introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el tejido estatal se pretende potenciar toda una gama de servicios públicos ofrecidos por el Estado y facilitar la gestión de los asuntos públicos. La aplicación de estas tecnologías a los procesos electorales puede tener como consecuencia la potenciación de la democracia; no obstante, también la aplicación de estas tecnologías abre la puerta a la posibilidad de llevar a cabo ataques contra los procesos democráticos con el fin último de minar la confianza de los ciudadanos en sus representantes y en su Estado y con ello desestabilizar los sistemas democráticos.
Documento elaborado por Mayumi Yasunaga KUmano.